El origen
Recuerdo desde muy pequeño la presencia de este cuadro en el pasillo de la entrada de mi casa. Fue un regalo que hicieron a mis padres unos amigos que habían estado en Japón. Ya entonces llamó mi atención. No me preguntéis por qué. Es una atracción misteriosa que se ha mantenido a lo largo de los años y que finalmente me ha llevado a pintar cuadros de tamaño reducido copiados o inspirados en antiguas estampas japonesas
A diferencia de algunos de los cuadros que he pintado, este, además de estar realizado en seda, no destaca por su gran colorido, brillantez o expresividad. Es muy sencillo, con predominio de tonalidades suaves..., pero tiene un no se qué...algo misterioso, tan simple...
Enhorabuena por decidirte a enseñarle al mundo las maravillas que haces. Suerte
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